2/09/2016

El árbol robot


Tenías una casa muy linda, nena. Me dijiste que mucho tiempo no podíamos quedarnos. Te la habían prestado una pareja amiga que se había ido de luna de miel. Sólo estabas ahí para cuidar sus plantas. La luz que entraba era hermosa y reflejaba una biblioteca que tenía libros de todo el mundo, podría llevarnos una vida entera descubrirla. Jugamos un rato a ser ellos, y activé mi plan de conquista. Vos sólo querías fumar y tocar un poco la guitarra mientras me cantabas dulcemente, sentías que hacer canciones era algo sencillo. Tan inspirados, nos encontramos en una situación en la que jamás creería. Era sólo un juego en el que fui espectador de mi propia suerte. Deberías ser más clara con vos misma. Deberías comprender tu perversidad. ¿Y si sólo elegís por placer?  no des lugar a padecer nuestra ausencia, belleza inagotable. 

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