4/06/2014

El día del huracán

Somos noche. Con o sin vos, enloquezco. Conocerte me ayudó a creer que hoy vivir es único y es una locura. Me volví loco por vos y es de noche. Tengo ganas de pelear con alguien. Es que alguien debe perder, y yo no debo ser. Cada vez me apago más, porque pienso más. Esa es una forma de enloquecer que no disfruto. Está por llover y sé que tengo que ponerme el corazón y salir igual. El viento se levanta cada vez más. El cielo se pone peligroso, por eso tenemos que estar juntos. Esta noche. Porque somos noche.
No me animo más que a salir a la terraza, a dar vueltas en círculos. Mirando arriba. Poniéndome contento, porque en algún lugar, cerca, estás pensando en mi. Te espero sin esperarte. Te llamo sin llamarte. Suenan nuestros temas y me dan más ganas de ir a buscarte. Yo espero que te sientas muy bien, así yo también. 

Probablemente me toque esta noche y mañana, esperar en mi habitación, con la puerta cerrada. Y tratar de ver tu color. Porque es hermoso y único. Me cuesta imaginarlo, describirlo más. De todas formas te veo, cerca. Y te escucho, bajito. No es lo mismo, pero cuando uno se cae, se conforma con eso.
Me encuentro otra vez en el misterio de saber si estás  o no. En algún lugar dentro tuyo, ¿acaso no es verdad?. Solamente dejame decirte cuanto te amé estos días. Te prometo que no nos caemos nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario