Calate esta de sueños:
Tuve una secuencia de sueños lúcidos por tres noches.
Ambos sueños se referían a un futuro cercano. Ponele que marzo. Tres ex-muchachas eran las protagonistas de cada uno de ellos. Y los tres sueños planteaban el regreso de aquellas relaciones ya finalizadas.
La primera noche recién conocí el sistema. Sabía que me encontraba almorzando en su casa, hablando de por qué nos habiamos dejado de ver. Sacamos la conclusión de que juntos eramos aburridos. Ella insistía que el aburrido era yo. Le di la razón.
La segunda noche me encontré con otra. Me resultaba muy simpático que sea el mismo mecanismo del sueño de la noche anterior, pero con una mujer que me atrapaba mucho más. Sentí un beso suyo una vez más. Soñé un último beso que no se pareció ni cerca al último de nuestra realidad. Pero en aquel sueño recordaba ese momento vivido y creímos superarlo.
Fue aterradora la tercera noche en la que la vi. Sabiendo de qué iba a tratar este sueño. Además, la lucidez de este último era igual de intenso que nuestro amor. Lucidez plena, diálogos, miradas, lecturas, risas, absolutamente todo. Estabamos volviendo a caernos, encontrandonos en un starbucks vacio que generaba un eco constante. Nos veiamos tan plenos y felices, planeando otra vez algo que sabíamos en el medio de nuestras miradas que nunca iba a existir. Porque era un sueño tan parecido a la realidad.
Me desperté tan triste, pensando en el número seis. Y un extrañamiento de ensueño que me bombardeó la cabeza todo el día.
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