Cuando el gran orador no puede finalizar ni una sola frase para expresarse. Estancado entre tres o cuatro simples palabras.
Cuando el gran escritor no encuentra las palabras para contar con precisión aquella noche en que nos conocimos.
Cuando absolutamente todas las aptitudes se condicionan por un cuerpo ajeno. Una mezcla de idiotez y flechazo intenso. Es la simple necesidad de escupir aquello que tanto eco puede hacer.
Fue así, recuerdo el viaje en ida en taxi... y mucho más el de vuelta. No importaba qué tan alcoholizado y drogado estaba, podría relatar todo con detalle. Las canciones que sonaron en cada caricia y pasos de baile. La cantidad de cervezas que tomamos y nos fueron acercando hasta no saber dónde empieza uno y dónde termina el otro.
Totalmente ahogado en una laguna de palabras y emociones, altamente confundidas y alteradas. Sin un rumbo lógico, sin explicación alguna... Ella es un ser que mueve cosas en mi que creí que eran inmóviles. Es ahí cuando descubrí que todo tiene vida y movimiento... todo tiene su grado de intensidad. Ella simplemente los potenciaba y los exponía a la luz.
Hizo que mi fin de semana más triste y depresivo se convierta en la noche que iba a conocerla. Agradezco no haberme acobardado y correr con el cerebro apagado hacia su casa. Agradezco su empujón para salir a bailar, y bailar.
Supe que la vida puede cambiar totalmente en una noche. Cambios verdaderos y buenos. Sentí como si un monstruo me hubiese dejado de perseguir. Puedo recordar la tranquilidad con precisión, porque fue lo que menos tuve este año. Puedo recordar que me mató de felicidad. Me explotó el corazón de alegría, con tan sólo verla una vez.
¿Es posible esto? Ni siquiera hasta el día de hoy me lo pregunto. ¿De qué sirve acaso poner en cuestión este tipo de cosas? ¿Para qué desglosar lo inexplicable? Conocí un mundo donde las preguntas no existen... por lo tanto, las respuestas tampoco. No hay dudas. Es por eso que no podría relatar mi amor por ella. Sin embargo lo único que tengo hoy es una fuerte desesperación por encontrar las palabras justas para demostrar lo que me pasa. ¿Cuáles son las frases que describen mis ganas de querer verla a los ojos?. ¿Cuáles son las palabras a contar para poder volver a aquello que prometía tanto? ¿Por qué es que lo mejor de todo no puedo volver a generarlo? Saliendo de mi, y de ella... y del resto... estas respuestas no tienen nombres.
Hoy soy un payaso que no espera nada, pero conciente de que el tiempo pasa, entonces... sí estoy esperando. A un ser único con un nombre distinto llegó para prestarme vida. Yo como un tonto queriendo que me la regale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario