Ya es hora de que me deje de hacer ruido la cabeza, para poder levantar la mirada y notar que es de verdad este mundo hermoso de pequeños seres de luz. Y prometerme a mi que me voy a calmar, porque estoy yendo muy rápido y muero de pánico lentamente.
Voy a prometerte que mañana te voy a mostrar cómo suelo ser cuando no pienso y respiro sin miedo. Viviendo la vida con tanto poco amor propio, soñando con dártelo todo.
Lo único que pido a cambio: no te vayas... porque ni el vértigo más grande puede frenarme cuando quiero algo de verdad, aunque viva asustado apostándole al cielo que voy a llegar a el, cuando en realidad se me cae en la cabeza y todo cada vez tiene menos color.
Sos una aventura nueva para mi, no me voy a sentir fatal si me muevo despacio con vos.
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