Mágicamente no sólo conseguí la manera de ir a ver esta película. Sino que al pre-estreno. Fiesta, total. Descontrol absoluto.
Quiero remarcar varias cosas:
- Estoy muy contento, muy feliz. No puedo entender cómo la música me genera esta felicidad que no es para nada fugaz. Siempre me ha pasado con The Chemical Brothers de poder despejarme de mi mente y viajar a lugares fantásticos en mi imaginación, que ahora la pantalla grande me propone. Yo estudio cine y es una experiencia doble. No veo la hora de llegar y ponerme a escribir (y describir) la experiencia nueva para la música y el cine que voy a vivir. Con este fanatismo por la música electrónica que tengo hace casi 10 años (diez!!!) gracias a estos tipos... la alegría es infinita.
- No sé qué onda. O sea, somos los 130 fanáticos más importantes de The Chemical Brothers (¿te pensas que yo solo estoy así de manija?) que sé que nadie va a mirar esta película sentado. Veo más bien una fiesta electrónica dentro de la sala. Lo cual puede ser muy gracioso. Está más que claro que va a correr droga a pleno en esa sala... El que va a estar sentado como si fuese una película más en el cine la va a pasar como el orto. NADIE VA A PEDIR SILENCIO. Claro! Todos gritando y nadie "shhh". Y va a tener un sonido de la puta madre. Onda, ya fue, vamos a bailar dentro de esa sala todos, por favor.
Aguante... aguante. (Voy a proponerme a partir de mañana no escucharlos por una semana. Hoy lo hago por premio a saber que voy)
7 DÍAS Y CONTANDO.
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