Borracho pegándole a la pared y cantando:
fuimos la mentira, fuimos lo peor.
Fuimos los soldados a la madrugada
por esa ambición.
Y ahora estoy en libertad,
y ahora que puedo pensar,
en no volver a ser ese mismo de antes.
Y que tristeza hay en la ciudad, amor,
sábado soleado.
Y en el centro de la estatua del dolor
me sentí parado, me sentí parado.
Fuimos mucho más que todos,
reyes de la noche, de ésta tempestad.
Si te vendí, si te robé, te traicioné,
fue por uno más.
Y ahora estoy en libertad,
y ahora que puedo pensar,
en no volver a ser ese mismo de antes.
Y que tristeza hay en la ciudad, amor,
sábado soleado, sábado soleado.
Y en el centro de la estatua del dolor
me sentí parado, me sentí parado.
Fuimos perros de la noche,
oxidados en tristeza.
Y que tristeza hay en la ciudad, amor,
sábado soleado, sábado soleado…
Y en el centro de la estatua del dolor
me sentí parado, me sentí parado.
Y querer lo que querés,
sin tener que lastimar,
recordando que tu amor,
se robó mi dignidad,
olvidémonos los dos,
no volvamos a empezar,
¿para qué? ¿para qué?
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