El año pasado me fui con una conclusión que todavía sigo sosteniendo. En la vida, siempre pero siempre vas a perder si querés cambiar el rumbo de la misma. Es que el secreto para combatir la vida de una manera lujosa y lograr el éxito siempre es: aceptar, ceder.
Aceptar la realidad de uno y ver cómo la vida nos va cagando a palos y nos va arrebatando las cosas que antes nos solían hacer plenamente feliz, es una manera de ganar. Aquellos que quieran modificar su vida por miedo a sufrir y no soportan el dolor, son muy idiotas. Acaso existen decisiones en esta vida que no terminen siendo un error?
Reconocer que estamos perdiendo ante la vida, es ganar (y mucho). Porque las cagadas a trompadas que te pega la guacha, duelen como cualquier golpe físico, sólo que es algo interno, no sé, como un nudo en la garganta o un dolor intenso en el estómago. Pero cuando lo escupis decis: Fah, me di cuenta de que me estaba ahogando (SÍ, ASÍ ES: ME DI CUENTA = ACEPTÉ)
No nos hagamos los triunfadores, somos todos seres que día a día perdemos mucho. Ojo, también ganamos, pero siempre queremos ganar. LOCO NO SE PUEDE GANAR TODO EL TIEMPO ENTENDES!
Hablando un poco de mi experiencia personal... en el 2010 gané yo. Hicimos un torneito con la vida y la dejé muy de cara. Supuestamente los tópicos (son 3) son salud, dinero y amor. Jamás había empezado un año (2010) con tan poco amor y jamás había empezado un año (2011) con tan poca salud. Pero salí 2 a 1.
Me quise hacer el que en el 2011 iba a ganar 3 a 0, y se me cae. No sé hacer malabares con 3 pelotas, con 2 sí, a cualquiera. No nos preocupemos por la pelotita que se cayó. Sigale nomás.
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