8/29/2010

|| Nuestro Tablero

Me di cuenta de que vos y yo en el amor somos como el ajedrez. Y para ganar en el ajedrez, hay que tener paciencia. Uno mueve una pieza y no puede hacer nada hasta que la otra persona mueva una de las suyas. Entre movimiento y movimiento puede pasar mucho tiempo. Es por eso que la paciencia es fundamental. El problema es cuando hay que esperar y esperar a que la otra persona mueva. Y a veces se tarda tanto, que parecería que el juego está muerto, y dan ganas de dejar de jugar, de abandonar la partida.
Es que es un tema delicado saber bien qué pieza hay que mover, no porque ese movimiento sea importante, sino la construcción de lo que va a venir después. Siempre hay que tener en cuenta el movimiento de la otra persona.

Y cuando se trata de mucho tiempo... cuál es el segundo que hace la diferencia? cuál es el momento exacto para dar ese movimiento que tanto esperamos dar? Esto quiere decir que si un segundo marca la totalidad, no importa si es mucho o poco el tiempo. No pasa por ahí!

El momento exacto es hoy si uno simplemente se lo propone. Que la paciencia y el tiempo no jueguen en contra, porque si dependemos de eso en vez de nuestra propia acción, la persona que espera al movimiento se va a cansar y se va a rendir.

Jaque mate

Te extraño una bocha (de helado y películas de terror)

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