Podían ser las 2 de la madrugada. Tirados en el piso en la terraza, ya habiamos pasados varias horas juntos y ninguno de los dos tenía nada mas para decir. Así que nos pusimos a hablar de lo que va a venir después. Nos empezamos a prometer cosas mientras le buscabamos formas a las nubes.
Dejamos mil promesas en el cielo, cada una de ellas representada por una estrella.
Y sabemos que si se puede ver el futuro. Que pronto nos volveremos a ver y empezaremos a bajar cada una de esas estrellas.
El teatro, el cine, el chocolate y quien sabe que otras cosas más van a formar parte de nosotros mañana. Y esta bien saber que vamos a empezar a ser infinitos (Si, como el comentario de las nubes)
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